Durante la Edad Media, la península ibérica vivió un periodo de fragmentación política, social y económica que se reflejó claramente en su sistema monetario. Cada reino cristiano, así como los territorios bajo dominio musulmán, contaban con sus propias monedas, sistemas de peso y valor, lo que generaba una gran diversidad y complejidad en las transacciones comerciales. El sistema monetario medieval en España fue el reflejo de un mosaico de culturas, poderes locales y luchas por la supremacía económica.
A lo largo de este artículo vamos a profundizar en cómo funcionaba el sistema monetario en la Edad Media española, analizando las principales monedas de los diferentes reinos, la influencia de Al-Ándalus, las cecas más importantes y cómo esta diversidad condicionó la vida económica y política de la época.
Fragmentación monetaria y diversidad de sistemas en la Edad Media
La Edad Media española estuvo marcada por la coexistencia de varios reinos independientes, cada uno con su propio sistema monetario. Desde el siglo VIII hasta finales del siglo XV, los diferentes territorios cristianos (Castilla, León, Aragón, Navarra, Galicia, entre otros) y musulmanes (principalmente el Califato de Córdoba y los Reinos de Taifas) emitieron monedas de acuerdo a sus necesidades políticas y económicas.
Esta diversidad generó una serie de características clave:
- Monedas con distintos metales y valores, desde el oro y la plata hasta el vellón y el cobre.
- Pesos y medidas no estandarizados, lo que obligaba a constantes conversiones.
- Cecas locales con gran autonomía, muchas veces bajo control de nobles o autoridades eclesiásticas.
Monedas de los reinos cristianos: Castilla, León, Aragón y Navarra
Cada reino cristiano desarrolló su propio sistema monetario, aunque con ciertas similitudes derivadas del legado visigodo y de influencias carolingias.
Reino de Castilla y León
En Castilla y León, el maravedí fue la moneda más emblemática. Inicialmente de oro y de origen andalusí, con el tiempo evolucionó hacia el vellón y se convirtió en la unidad de cuenta por excelencia.
Otras monedas destacadas fueron:
- El dinero: de vellón, usado en transacciones cotidianas.
- El sueldo: moneda intermedia entre el dinero y el maravedí.
- El real: introducido más tarde, tuvo gran relevancia en la Baja Edad Media.
Reino de Aragón
Aragón presentaba un sistema basado en la libra jaquesa, dividida en sueldos y dineros.
- El dinero jaqués: fue una de las monedas más comunes.
- El florín de oro: inspirado en el florentino, se usó en el comercio de lujo.
- El croat: moneda de plata muy difundida en la Corona de Aragón.
Reino de Navarra
Navarra utilizaba un sistema parecido al carolingio, con monedas como:
- El dinero navarro.
- El sueldo.
- El carlín, de plata, introducido en el siglo XIII.
Influencia del sistema monetario andalusí
Durante siglos, las monedas de Al-Ándalus dominaron buena parte de la península. El Califato de Córdoba emitía monedas de gran calidad, lo que les otorgó una gran aceptación incluso en territorios cristianos.
Las principales monedas andalusíes eran:
- El dinar de oro: alta pureza, símbolo de poder y estabilidad.
- El dírham de plata: muy utilizado en el comercio.
- El felús de cobre: moneda fraccionaria para uso diario.
La influencia musulmana fue tan fuerte que, incluso después de la Reconquista de territorios, muchos reinos cristianos imitaban monedas andalusíes para mantener la confianza en sus emisiones.
Las cecas medievales: control y poder local
Las casas de moneda, o cecas, eran centros de poder económico. A lo largo de la Edad Media, muchas de ellas estaban bajo control feudal o eclesiástico, lo que permitía a señores y obispos acuñar sus propias monedas.
Algunas cecas destacadas fueron:
- Toledo y León: en Castilla y León.
- Jaca y Zaragoza: en Aragón.
- Pamplona: en Navarra.
- Valencia y Barcelona: en la Corona de Aragón.
- Córdoba y Sevilla: en Al-Ándalus.
El derecho de acuñación era un privilegio regio en teoría, pero en la práctica estaba ampliamente compartido, lo que contribuía a la gran variedad de monedas.
Problemas económicos derivados de la diversidad monetaria
La falta de un sistema unificado trajo consigo diversos problemas económicos, entre ellos:
- Inseguridad en el valor de las monedas, al existir constantes falsificaciones y devaluaciones.
- Dificultad en el comercio entre regiones, por la necesidad de cambiar monedas.
- Desigualdades económicas, ya que las regiones más fuertes podían imponer sus monedas.
Esta situación solo comenzó a resolverse con la unión de los Reyes Católicos, que iniciaron una política de unificación monetaria a finales del siglo XV.
El sistema monetario en la Edad Media española es un reflejo del mundo fragmentado de la época, pero también una muestra de la riqueza cultural y económica que caracterizó a la península ibérica, donde convivieron tradiciones cristianas, musulmanas y judías, cada una dejando su huella en la historia numismática del país.